jueves, 14 de noviembre de 2013

Relieve e Hidrografia

Glitter Words  



Las sierras pampeanas tienen una distribución irregular en San Luis. Al oeste, entre el cauce del río Desaguadero y la larga cañada de drenaje divergente que une las depresiones de Pampa de las Salinas al norte y Salina del Bebedero al sur, se extienden las últimas estribaciones del llamado Sistema de Famatina o Cordón Occidental de las Sierras Pampeanas. Al oeste se ubican, de norte a sur, las Sierras de las Quijadas, con los cerros de los Viejos, Portillo, Mogote, Alto Pencoso, y las Sierras El Gigante, en las que sobresalen los cerros Redondo y Nevado. Dichas cumbres no exceden los 1 300 m de altura. En el centro se eleva la Sierra de San Luis, consiste en un macizo de forma romboidal, coronado por una extensa penillanura fraccionada en bloques escalonados, sobre la cual se ubica, sin una orientación claramente definida, un conjunto de sierras y cerros que alcanzan su altura máxima con el cerro. 


Este termina por el sur en la Punta de los Venados, muy próxima a la ciudad capital, y continúa en una serie de cerritos y lomadas aislados en la llanura. Al este se ubica el Valle de Renca o Concarán, de rumbo norte-sur, que surca el río Conlara, de unos 20 km de ancho. Dicho valle se cierra al sur con el original conjunto de Sierra del Morro, formado por una serie de conos volcánicos. El sudeste de la provincia integra la región pampeana occidental, extensa planicie ondulada por domos y lomas con amplias áreas cubiertas por médanos. Solo encontramos al este algunas lagunas que ocupan las depresiones excavadas por el viento, reconocibles por su forma redondeada.


 La red hidrográfica se organiza a través de dos colectores de cierta jerarquía: los ríos Quinto y Conlara. De cursos divergentes, ambos responden a dispositivos comunes. Con las nacientes en el cerro Tomolasta, centro de dispersión de las aguas en el macizo puntano, sus regímenes son de carácter netamente pluvial estival. El río Quinto puede llegar a grandes crecientes, que dan una idea de la gran violencia de las crecidas excepcionales en veranos lluviosos.



En el invierno los leves caudales se mantienen por el lento movimiento de las aguas infiltradas. El río Conlara, que da vida a la serie de poblaciones alineadas en el valle de Concarán, por su margen izquierda recibe afluentes que drenan la penillanura. Fuera de estos colectores, la sierra de San Luis genera a lo largo de sus otros frentes toda una serie de pequeños ríos y arroyos, con el mismo carácter torrencial y estacional, labrando profundas quebradas y agotándose al llegar a las planicies. La magnitud de sus rápidas crecidas y la necesidad de regularlas, han llevado a la construcción de obras de contención como las de Potrero de los Funes y Cruz de Piedra, el dique La Huertita, sobre el río Quines, y La Florida, entre otros. La Sierra de Comechingones encauza la mayoría de sus aguas hacia el sector cordobés, donde se encuentran las nacientes de los ríos Tercero y Cuarto. Fuera de estas áreas serranas casi no existen cursos de agua, sino tan sólo algunas cañadas. Un antiguo lago, el Bebedero, es ocupado por una salina.






HECHO POR: Julieta, Solana, Olivia y Berenice







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